A través de los vastos páramos, las rocas y las hierbas dobladas por el viento de los bosques de magnolias, me propuse embarcarme en el viaje más vibrante de mi vida, un esfuerzo que no anticipé que alteraría por completo el curso de mi vida. La colosal selva del Amazonas, el crisol de ricas culturas, los pulmones de la Tierra, la pradera universal donde la Madre Naturaleza fomenta sus especies más preciadas, justo en el corazón de Perú, Sudamérica, iba a ser mi hogar durante los próximos meses. La fascinante experiencia que encendería una chispa de amor en lo más profundo de mi corazón me esperaba.

El refugio donde la disonancia de mi mente y alma cesaría, y encontraría paz, donde descubriría y me haría uno con la Madre Ayahuasca; estaba en el corazón del hábitat ecológico más grande del mundo, la exquisita selva amazónica.

Extendiéndose desde la densamente étnica tierra de Brasil hasta el suelo de Perú y Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Surinam, Guayana Francesa y Guayana, la Amazonia es responsable de hacer respirar a la Madre Tierra y, de la misma manera, insufló vida en mi cuerpo hueco uniéndome con otra maravilla del mundo: la Divina Madre Ayahuasca. Aya insufla paz a este mundo, amargo y rancio debido a las malas prácticas del hombre.

En los tiempos difíciles, el descubrimiento de la Madre Aya resultó ser una salvación para mí y me tranquilizó eternamente. Mi viaje al Amazonas implicó además interactuar con las personas más encantadoras y amables de todo el mundo, cuyo aura acogedora y cálida, cuya naturaleza inclusiva cambió mi perspectiva de la vida e iluminó mi mente con nuevas posibilidades e ideas. ¿Quién habría pensado que después de hojear libros y sumergirme profundamente en mi propio corazón, finalmente encontraría todas las respuestas a las búsquedas de mi vida y saciaría mi dosis de paz justo en el centro del exuberante país de Perú?

Después de tres ceremonias hechizantes de la Santa y Divina Madre Ayahuasca, me sentí un hombre diferente. Algo en mí cambió debido a la conexión con mi ser interior. A través de la madre Aya, encontré el Arte en la intersección de la Espiritualidad y las fuerzas Naturales. Cada ritual en el que participé fue más encantador y fascinante que el anterior, y a través de esos episodios embriagadores, descubrí la epifanía de la felicidad y la alegría en mi vida.

El arte imaginado en esas ceremonias me hipnotizó profundamente y me inspiró a tomar la iniciativa y difundir el mensaje de amor hacia la Madre Aya por todo el mundo. Con determinación y una resolución inquebrantable, decidí crear mi propia línea de ropa con el nombre “She – Loves – You”. La difusión del mensaje de Aya se produjo con facilidad ahora que había iniciado el lanzamiento de una marca de ropa. Además, es, por decir lo menos, que no podría haber hecho nada de eso, y SHE-LOVES-YOU nunca podría haber surgido a la existencia si no fuera por el maravilloso amigo Don R——- que encontré en Perú.

Decir que es un amigo sería quedarse corto, porque es mucho más que eso. Don R. es amigo, artista, pintor, espiritualista, empresario, padre, esposo, hermano e hijo. Se viste de cada uno de sus papeles con una gracia inigualable.

En un mundo donde la gente siempre tiene prisa y se identifica en función de la exclusividad, Él me recibió en su casa, me hizo parte de ella y convirtió mi viaje en una de las mejores experiencias de mi vida, y que sé que no hubiera sido posible sin su hospitalidad eterna, su inclusión sin esfuerzo y su amor eterno.

Mi viaje al Amazonas me enseñó muchas cosas, y entre ellas estaba el significado de una palabra que ahora llevo muy cerca de la periferia de mi corazón: Apophenia: encontrar significado en lo ordinario, encontrar un propósito en lugares, personas y cosas en las que aparentemente no parece residir. Me dio una exposición sin igual, me hizo creer en mí misma y me proporcionó una limpieza espiritual y una desintoxicación consciente. Hay muchas cosas en la vida sobre las que soy indecisa, pero una cosa que sí sé con certeza es que definitivamente volveré a asistir a las ceremonias de Ayahuasca Madre por lo mucho que cambiaron mi vida.

Después de regresar a casa, en el Reino Unido, supe que faltaba algo y, después de pensarlo y meditar mucho, me di cuenta de que mi corazón anhelaba recordarlo, todo mi viaje. Día a día, todas las piezas del rompecabezas encajaban y le di una patada a She – Loves – You, la línea de ropa. Le dio un propósito vigorizante a mi vida y me inculcó un sentido del espíritu, el mismo que había experimentado en las ceremonias de la Madre Aya. Porque la Madre Aya es para todos, para amigos, cónyuges, padres, desconocidos y similares, independientemente de los prejuicios de color, casta, credo y raza.

Puse todo mi corazón y mi alma en mi marca, y el resultado fue una de las mejores opciones de moda disponibles en el mercado, con una fusión de espiritualidad rica y armonía de misticismo. Para conectarme con mis raíces más profundas, comencé a trabajar con mi amigo de Perú, quien contribuyó con su arte, que luego se plasmaría en la ropa. Trabajando desde su estudio en casa en Perú, continúa contribuyendo al optimismo del mundo difundiendo el mensaje de la Madre Ayahuasca.

Al utilizar algodón orgánico y pinturas a base de agua respetuosas con el medio ambiente para la impresión en las camisetas y promover las prendas étnicas, nos esforzamos por dejar un impacto positivo en el mundo al convertirlo en un mejor hogar para las generaciones venideras.

ELLA TE AMA es para todos, y al compartir el mensaje de Aya a través de un arte fascinante, quiero volver a presentar al mundo el mensaje centenario de paz, amor y armonía.